“La Desafinada Política de Indio Solari”
Por Martin Francolino
La Argentina es un escenario donde a veces los micrófonos parecen pasar más tiempo en manos de rockeros que de políticos. Y ahí va, una vez más, Carlos Alberto “Indio” Solari, haciendo más ruido fuera del escenario que en él. Atrás quedaron los días en los que el Indio soltaba letras que buscaban sacudir el status quo; ahora, sus críticas parecen ser más parte de un repertorio viejo y gastado que ataques que realmente buscan entender y mejorar el país.
Recientemente, el Indio lanzó un aluvión de críticas hacia el presidente Javier Milei, cuestionando desde su calificación para estar en el poder hasta su emotiva visita a Israel. Vamos por partes, porque Solari, en su libreto de siempre, parece olvidar que el arte de la política es un poco más complicado que la letra de una canción.
Solari llamó a Milei “un loco”, “burro” y criticó su “sobreactuación” en el Muro de los Lamentos. Es interesante cómo alguien que ha vivido de provocar con su arte ahora se erige como árbitro de la mesura y la cordura. ¿Desde cuándo la exageración y el espectáculo son condenables en el show, Indio?
Este no es un argumento nuevo, ni mucho menos profundo. Pero es preocupante que un rostro tan influyente del rock nacional use su micrófono no para ampliar la discusión, sino para polarizar aún más. Si vamos a hablar de “locura,” quizás deberíamos preguntarnos qué tan sensato es esperar monsergas políticas serias de estrellas de rock. Aunque, claro está, en Argentina, la línea entre el escenario y la Casa Rosada a veces parece tan difusa como la vista después de un pogo en un recital del Indio.
¿Sobre la acusación de que Milei que es simplemente un “mascaron de proa”? Si eso es una crítica, que alguien me explique cómo es que el gobierno anterior era más auténtico y menos teatral. La memoria parece ser selectiva para el Indio y sus seguidores: los fuegos artificiales del kirchnerismo no fueron menos diseñados que cualquier supuesta sobreactuación de Milei.
Además, aliviémonos en las críticas sobre el llanto de Milei en el pecho de Trump. La política exterior y la diplomacia muchas veces son un espectáculo de imágenes y gestos calculados. Criticar a Milei por abrazar y aparentar emociones puede parecer conveniente, pero hace poco para enfrentar los verdaderos problemas que enfrenta el país.
El discurso del Indio es parte del problema, no de la solución. Es una distracción ruidosa, como un acople que no deja escuchar la verdadera música. Hablar es fácil, especialmente cuando el escenario es grande y la audiencia ya está convencida. Pero en estos tiempos de divisiones serias y desafíos reales, tal vez sea momento de que las viejas glorias del rock miren más allá del espejo de sus propias letras.
Argentina necesita menos divas y más diálogo, menos nostalgia y más novedad. Mientras tanto, el show del Indio continúa, aunque la trama parezca cada vez más conocida y menos relevante. Quizás, en algún rincón de su repertorio, el Indio pueda encontrar esa nota que una vez hizo vibrar al país no solo con melodías, sino con sentido.