«Victor Hugo Morales: Defender a
Maduro Es Ignorar el Sufrimiento de
Millones»
Por Martin Francolino
Victor Hugo Morales, en tu reciente columna, te atreviste a señalar que no reconocer la victoria de Nicolás Maduro en Venezuela es, de algún modo, un acto violento y una falta de respeto a la verdad. Sin embargo, tus palabras parecen más una defensa apasionada de un régimen que ha sumido a la nación venezolana en una de las crisis humanitarias más desgarradoras de nuestra historia reciente. Es hora de desenmascarar esta trampa discursiva que tú y otros promueven desde la distancia.
🇻🇪 La Realidad que Ignoras o Decides Ignorar
Mientras tú defiendes a Maduro desde tu cómoda butaca, millones de venezolanos enfrentan una implacable escasez de alimentos y medicamentos. Según informes de la ONU, más del 90% de la población vive en pobreza, y las familias se ven forzadas a buscar comida en la basura para sobrevivir. Esta no es una retórica de la derecha, sino un grito desgarrador de un pueblo que clama por ayuda y reconocimiento.
El régimen de Maduro no solo ha llevado a su pueblo a la ruina económica, sino que también ha implementado una feroz represión política. Organizaciones internacionales han documentado violaciones sistemáticas de derechos humanos que incluyen detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas. ¿Y tú, Victor Hugo, eliges mirar hacia otro lado?
En tu defensa de este gobierno, omites la realidad de la censura que afecta a periodistas y medios de comunicación críticos. Aquellos que intentan informar la verdad son silenciados o perseguidos. Los valientes periodistas en Venezuela arriesgan su vida no porque sean adversarios del régimen, sino porque tienen el deber de informar. ¿Dónde está la violencia en relatar hechos? La verdadera violencia radica en reprimir las voces que buscan justicia.
Si realmente crees en tu convicción, te invito a vivir en Venezuela, a experimentar la desesperanza y la incertidumbre como lo hacen a diario los ciudadanos. Intenta comprar un bien y entender la angustia que sienten al temer por su propiedad y su futuro en un entorno de expropiaciones constantes.
El engaño no radica en quienes exigen y defienden la verdad, sino en aquellos que, como tú, deciden minimizar el sufrimiento de un pueblo. Defender la democracia implica reconocer y confrontar la realidad, no embellecerla con relatos inflacionarios que ignoran la tragedia de millones.
Tu relato, Victor Hugo, no es más que una estrategia que perpetúa el sufrimiento de un pueblo. La realidad de Venezuela no es una invención de la oposición, sino un testimonio de la crisis humanitaria que enfrenta. Esto no solo demanda honestidad moral, sino también un compromiso genuino con la verdad, que está por encima de las conveniencias políticas.
En vez de acusar de violencia a quienes defienden los derechos humanos, deberías preguntar cómo puedes ayudar a los que sufren y ser un verdadero defensor de la democracia, no uno que se pliega a una narrativa que oculta el dolor de millones de personas. La verdadera violencia es ignorar el sufrimiento ajeno en nombre de una ideología.
Con esto en mente, espero que reconsideres tu posición y decidas involucrarte con la verdad, no con las comodidades de un relato ficticio que falla en reconocer la cruda realidad de la humanidad.