Dhartes Culpable

«Condena Firme con Recursos que agonizan» 

Este análisis del caso Dhartes se centrará en las consecuencias jurídicas del fallo del Tribunal Regional Federal de San Pablo, las instancias recursivas que le quedan a Darthés y las implicancias procesales y sociales del caso, considerando el marco de cooperación internacional y los estándares de derechos humanos aplicados.

Contexto del fallo y su relevancia jurídica:

El Tribunal Regional Federal de San Pablo, con una votación de 5 a 1, ratificó la condena de Juan Darthés a seis años de prisión en régimen semiabierto por el delito de violación contra Thelma Fardin. Este fallo, que confirma una sentencia previa de primera instancia (dividida 2-1), consolida la responsabilidad penal del acusado al considerar probados los hechos denunciados. La decisión se fundamenta en estándares internacionales de derechos humanos, como la Convención de Belém do Pará, que priorizan la perspectiva de género y la protección de las víctimas de violencia sexual, desplazando el foco de la resistencia de la víctima hacia la ausencia de consentimiento y el abuso de poder del agresor.

Este fallo podría interpretarse como un avance en la superación de modelos punitivos patriarcales que históricamente han desprotegido a las víctimas de violencia sexual, se  podría valorar que aquí el sistema no se limita a una lógica represiva ciega, sino que incorpora una dimensión reparadora y simbólica para las víctimas, al reconocer la veracidad de los hechos y enviar un mensaje disuasorio contra la impunidad. Sin embargo, también podría advertir sobre los riesgos de una «penalización simbólica» si no se acompaña de políticas estructurales que ataquen las raíces de la violencia de género.

Consecuencias jurídicas inmediatas:

La condena a seis años en régimen semiabierto implica que Darthés, una vez que la sentencia quede firme, deberá cumplir parte de la pena en un establecimiento penitenciario, pero con posibilidad de salidas diurnas para trabajar o realizar actividades autorizadas, retornando a dormir al lugar de detención. Este régimen, típico en el derecho penal brasileño para penas de esta duración, busca un equilibrio entre la sanción y la reinserción social, aunque en la práctica su implementación depende de las condiciones carcelarias y las decisiones administrativas del sistema penitenciario.

El hecho de que los jueces hayan centrado su análisis en la responsabilidad de Darthés como adulto en una relación asimétrica de poder, y no en la resistencia de Fardin, refuerza la aplicación del principio de consentimiento como eje del delito sexual. Esto alinea el fallo con la jurisprudencia internacional y los tratados ratificados por Brasil, como el artículo 7 de la Convención de Belém do Pará, que obliga a los Estados a sancionar la violencia contra las mujeres en todas sus formas.

Instancias recursivas disponibles:

Aunque el fallo del Tribunal Regional Federal es un paso significativo, no es definitivo. Darthés aún cuenta con dos recursos extraordinarios en el sistema judicial brasileño, los cuales analizaré desde una perspectiva técnica y crítica:

a) Recurso Extraordinario ante el Superior Tribunal de Justiça (STJ)

Este recurso, regulado por el artículo 1029 del Código de Proceso Civil brasileño y aplicable en materia penal por remisión, permite a la defensa cuestionar la interpretación de normas federales o tratados internacionales aplicada en el fallo. Sin embargo, su admisibilidad es restringida: el STJ no revisa los hechos probados (que en este caso quedaron fijados por la mayoría de 5-1), sino únicamente errores jurídicos de carácter técnico, como una supuesta violación de normas procesales o una interpretación errónea del Código Penal brasileño vigente al momento de los hechos (2009).

Dado que el voto disidente en primera instancia no negó los hechos, sino que cuestionó su encuadre legal (prescripción o tipificación), la defensa podría intentar reabrir este debate. Sin embargo, las probabilidades de éxito son bajas, ya que el STJ tiende a rechazar recursos que buscan rediscutir pruebas o hechos, y los estándares internacionales aplicados refuerzan la condena.

b) Recurso Extraordinario ante el Supremo Tribunal Federal (STF)

Si el STJ rechaza el primer recurso o lo admite pero mantiene la condena, Darthés podría recurrir al STF, la máxima instancia judicial de Brasil, invocando una violación de derechos constitucionales (artículo 102 de la Constitución brasileña). Este recurso es aún más excepcional y exige demostrar que el fallo vulnera principios fundamentales, como el debido proceso, la presunción de inocencia o el principio de legalidad.

Por supuesto que la defensa tiene derecho a agotar estas instancias para garantizar el pleno ejercicio de la defensa en juicio, un pilar del garantismo. Sin embargo, la solidez de la prueba (testimonios, pericias) y el respaldo de cinco jueces dificultan una reversión, salvo que se detecte un vicio procesal grave, lo cual no parece evidente en los datos disponibles.

c) Ejecución de la pena

Mientras estos recursos estén pendientes, la ejecución de la pena queda suspendida, salvo que la fiscalía solicite prisión preventiva por riesgo de fuga (Darthés reside en Brasil desde 2018, tras eludir la justicia argentina). Si los recursos son rechazados, la condena quedará firme, y el régimen semiabierto entrará en vigor, aunque podría ajustarse según su comportamiento o condiciones de salud.

Implicancias procesales y sociales:

El caso Darthés-Fardin es un hito en la justicia transnacional. La cooperación entre los Ministerios Públicos de Nicaragua (donde ocurrieron los hechos), Argentina (país de origen de la víctima y el acusado) y Brasil (donde se juzgó) refleja un modelo de persecución penal que trasciende fronteras, alineado con la globalización de los derechos humanos. Esto podría sentar precedente para futuros casos de violencia sexual con elementos extraterritoriales.

Pero claro, este proceso podría ser visto con ambivalencia. Por un lado, celebra la protección de las víctimas y la lucha contra la impunidad; por otro, podría cuestionar si el derecho penal, como herramienta, es suficiente para transformar las estructuras de poder que perpetúan la violencia de género. El sistema penal suele ser un «espejo roto» que refleja conflictos sociales sin resolverlos de fondo.

Las consecuencias jurídicas para Darthés son claras:

Enfrenta una condena consolidada que, aunque recurrible, tiene pocas chances de ser revertida dadas las pruebas y el respaldo judicial. Las instancias que le quedan (STJ y STF) son estrechas y de difícil acceso, enfocadas en cuestiones técnico-jurídicas más que en los hechos, que ya están probados. Desde una perspectiva garantista, agotar estos recursos es legítimo, pero el mensaje del fallo trasciende lo individual: refuerza la confianza en la justicia para las víctimas y marca un avance en la aplicación de estándares de género en el derecho penal.

Como especialiata en derecho penal jurista, diría que este caso evidencia tanto el potencial reparador del derecho penal como sus límites. Es un triunfo para Fardin y un símbolo para la región, pero la verdadera justicia requiere ir más allá de la condena, hacia una transformación cultural que el punitivismo por sí solo no puede lograr.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *